jueves, 14 de enero de 2010

BOLERO (Primera Parte)






PRIMERA PARTE




*~*~*



Giró una vez más sobre las blancas sábanas que componían su amplia cama…


Incapaz de conciliar el sueño, abrió sus ojos…


Apenas se acostumbro a las sombras, se incorporó con cuidado, caminando a paso ligero y suave hasta la puerta de la habitación…


No paró hasta salir al pequeño jardín…



La noche era fresca, y el suave aroma del lugar, le envolvían…


Se dejo caer en los escalones de la entrada, levantando la vista hacia el manto negro que era la noche…. Las estrellas brillaban con ingenuo resplandor, y la luna, parecía mas hermosa que nunca…



Ese sueño, ese recuerdo… asaltaba su mente cada día…






“Soñé contigo, bailando en el escenario de la luna que sale en la oscuridad.


Profundas, profundas las heridas en tu corazón,


Una a una no las tienes que soportar…”






Lágrimas brillantes, rodaron por sus blanquecinas mejillas.


Cuantas noches, no había estado allí, en ese mismo sitio junto al chico de mirada cobalto que tanto amaba?



Ese chico, cuya sonrisa brillaba más que cualquier cuerpo celeste, y que le daba la fuerza para seguir cuando había problemas?



Aún podía recordar su calor y suave esencia….





*~*~*





-ah que son hermosas estas flores?



- eh? si... si claro…- Desvió la mirada de las hermosas rosas carmesíes que tenía delante, para posarla sobre la joven que le había llamado



-Pareciese como si no te interesará nuestro compromiso…- dijo rozando los pétalos blancos del adorno que había llevado



-que cosa dices…- el joven le miró con el ceño ligeramente fruncido- claro que me interesa… sabes que… sabes que yo te amo…- dijo serio



-lo sé…- replico con una sonrisa traviesa- anda, deja ya esa cara, sonríe… hace semanas que no te veo sonreír…





“Nadie te culpara, solo tienes que ser tu misma,


Escucha la dulce y fugaz melodía del bolero…”






-No querías que fuera más maduro?- le miró confuso



-si, dije “maduro”, más no amargado…- río de nuevo



-uhmm como sea… ya hiciste el pedido? Me quiero ir a casa pronto…



-en eso estoy… Vaya que no andas de humor estos días…- le dedicó una mirada llena de reproche…





*~*~*


-FLASH-BACK-



-vaya, que chica más linda, como es que está aquí tan sola…?



-oh… gracias…- le miró con las mejillas sonrosadas, el joven delante suyo, era bastante simpático y apuesto…



-esperas a alguien?



-si, pero ya se tardaron mucho…



-uhmm yo también esperaba a una persona, dijo que llegaría hace dos horas… y…- sonrío- bueno, que te gustaría tomar, anda, yo te invito…




---x---




-Vamos no me digas que no te resulto atractivo…- un joven de cabellos cortos y negros, le miraba fijamente, con una sonrisa bastante seductora curvando sus labios



-ya… Basta, te digo que salgo con alguien, Naoya…- dijo con una sonrisa nerviosa, pero sin apartar sus ojos turquesa del chico



-Ya… pero si no te pido mucho…



-en serio, no me interesa…- tomó su copa y bebió un poco, mientras el chico se recorría hasta quedar junto a él



-Anda… tu “niño”, no tiene por que enterarse…-susurró a su oído




---x---




-Anda, entra, si te quedas allí te resfriarás…



-si, ya voy…- el joven entro con gesto cansado. Venía de la terraza de la habitación.



-Mañana es tu gran día, no querrás estar resfriado, eh?- el joven de cabellera cobriza, le miró con aire paternal.



-si… tienes razón…- una pequeña sonrisa, surcó momentáneamente su faz, pero sus ojos no brillaron con ella.- buenas noches, Takano…



El chico salió en silencio…


Hacía semanas, que el joven de mirada cobalto, parecía haber perdido su alegría habitual, su ánimo. No parecía ilusionado, ni siquiera por su compromiso con la joven Kyoko…



Se veía totalmente diferente. Un aura de tristeza y dolor, se había anidado en sus ojos…






“Vuela alto, serás capaz de encontrar el lugar que curara tus heridas,


En el cuarto oscuro, desbordándose por la ventana de un corazón que no se puede llenar…”







*~*~*





Dolía como el primer día…



Su mirada, fija en el techo blanco de su departamento, se nublaba constantemente por las lágrimas que corrían silenciosas por sus mejillas…



Es que jamás podría olvidarlo?



A pesar de lo que había hecho, aún sentía algo por él?



Esa era una cuestión de la que sabía más que bien la respuesta…



Pero, ya era tiempo de dejar todo eso atrás, el estaba a pocas horas de unir su vida a la joven que había conocido poco antes de ese desdichado día…


Y con ella, estaba seguro, que sería dichoso…


El se encargaría de ello…






“El sueño se esta haciendo mas fuerte,


Bajo la luz de la luna…”






*~*~*





-Fui un idiota, tenía una vida maravillosa a tu lado… como pude hacer semejante estupidez, Teru?



Un sollozo amargo, salió de lo más profundo de su pecho…



-Si al menos pudiera retrocederle tiempo… Dios, Teru, como me odio!- el joven de cabellera castaña se dejo caer de rodillas, allí mismo, en el pórtico de la pintoresca edificación que llamaba hogar…



No le importaba lo que pensaran los vecinos…


Ni que hiciera frío…


Ya nada le importaba sin su amado niño de ojos grandes…





“Escuchando únicamente al ritmo de la esperanza,


El sueño se esta acumulando…”






Lo recordaba, el día en que lo había conocido, tan nítidamente, que le parecía estar viviéndolo nuevamente…





El, un profesor de música…


Una noche, al salir más tarde que en otras ocasiones, una día de invierno, lo encontró, sentado en una banca, con los codos sobre las rodillas, y su mentón, apoyado sobre sus manos…



-Buenas noches- saludó



-buenas…- respondió secamente, ahogando un suspiro



-se encuentra bien?- se agacho junto a él. Apenas y había dejado de ser un niño… No tenía más de veinte años…



-eh…. si…- el desconocido le miró fijamente. Poseía unos hermosos y grandes ojos azul cobalto- sólo… sólo he tenido un mal día…



-ya… seguro que no ha sido tan malo…



-pero si lo ha sido!



-Puedo sentarme a tu lado? Así podrás contarme, si quieres…



-Pero… bueno, esta bien: Me llamo Teru, y acabo de llegar a la ciudad buscando independizarme de mis padres… Pero… no he podido encontrar empleo… y… - se sonrojo- ya casi no tengo dinero, por lo que no podré volver al hotel en el que me quedaba…



-oh… pues vaya que la suerte no te ha sonreído…- fijó su vista en la mochila que el joven llevaba- Anda, ven conmigo, mi casa es bastante grande para los dos…



-Eh?!... no… Gracias… no podría…



-Anda, al menos, sólo en lo que consigues empleo…



-Pero no quiero incomodarlo…



-para nada, si se nota que eres un buen chico…



-Pero si no conozco siquiera su nombre…



-si ese es el problema…- el castaño se puso de pie y tras una leve inclinación, pronunció su nombre- Kamijo Yuuji, a tu servicio…






“Tu eres tu, porque vuelas libremente,


Encuentra la respuesta que nadie mas puede saber…”






*~*~*




-Teru…? Teru, estás bien…?- el joven tocó levemente. Estaba realmente preocupado…- Teru, no me asustes, que te sucede?- Suaves sollozos eran su única respuesta



Decidió entrar…



Allí, sobre la cama, rodeando suavemente sus rodillas, se hallaba el joven de cabello bicolor…



Corrió hasta su lado, y el joven se arrojó a sus brazos…


-Ta… Taka… no- dijo entrecortadamente- yo… yo no… Yo aún… aún no… no lo puedo olvidar…!



-olvidar…? Olvidar que…?



-Takano, lo que te contaré, nadie más lo sabe, ni siquiera Kyoko…



-Teru, me estas asustando…



-necesito… necesito desahogar todo esto…



-Esta bien, yo te escucho, y, si puedo hacer algo por ti… no dudes en que lo haré



-oh Takano… muchas gracias…



-no agradezcas, para algo somos los amigos, no?



-bien, creo que deberé empezar ya…

1 comentario:

  1. *o* lo améeee... amé a mi pequeño Teru con sus ojitos vivaces!

    hija mia, me sorprendes nuevamente.>o<
    besitos

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